A diferencia de un reclamo por lesión personal, donde la victima está viva, las circunstancias del reclamo de una persona fallecida no cambian. Por tanto, todas las pérdidas de la víctima fallecida el reclamante las debe saber al momento de presentar el reclamo. Es mucho más eficiente para el VCF, porque acelera el ritmo en el cual el VCF decide indemnizaciones para todos los reclamantes, si el VCF revisa estos reclamos con todas las pérdidas solicitadas a la misma vez.